Lima tiene dos plazas principales: la Plaza Mayor o de Armas y la Plaza San Martín. La primera es la plaza de la conquista y el virreinato que, siguiendo las disposiciones de los Reyes Católicos de contar con un espacio abierto importante, adquiere una fisonomía propia en América y particularmente en Lima. En torno a ella se instala lo que Raúl Porras Barrenechea (1935) llama el “drama español del siglo XVI”: Dios, el pueblo y el rey, representados por la catedral, el cabildo y el palacio del gobernador. La Plaza San Martín será la plaza republicana.
El lugar donde se ubica la actual Plaza San Martín fue hasta bien entrado el siglo XIX un sector periférico de la ciudad, donde el damero de Pizarro apenas se pudo imponer sobre la traza del camino prehispánico, que son los actuales jirones Quilca y Miró Quesada en Barrios Altos, interrumpidos por algunas manzanas de la cuadrícula. En una de ellas, entre los actuales jirones de la Unión y Carabaya, se ubicó el Convento de San Juan de Dios y más tarde se construiría allí la estación del ferrocarril inglés Lima-Callao.
El diseño de la Plaza San Martín (1921) fue obra del arquitecto y escultor Manuel Piqueras Cotolí. La arquitectura de los edificios circundantes está marcada por el estilo neobarroco que el arquitecto Rafael Marquina propuso para el Hotel Bolívar (1923-1938). Sin embargo, el espacio urbano de la plaza fue definido más claramente por los dos edificios diseñados en 1926 por el propio Marquina, uno frente al otro. Los edificios Zela y Pumacahua, dotados ambos de soportales en primera planta, dieron a la plaza su carácter definitivo. Posteriormente, otros edificios se incorporaron en los frentes sobre el Jirón de la Unión, como el Club Nacional (1929) del arquitecto Ricardo de Jaxa Malachowski; y también en el jirón Carabaya, como el edificio del Cine Metro (1936), el edificio Sudamérica (1941) —ambos del arquitecto José Álvarez Calderón— y el edificio Fénix Encarnación (1942). Otros edificios existentes antes de la apertura de la plaza, tales como el edificio Giacoletti (1912), de los hermanos Masperi, y el Teatro Colón (1911), de Claude Sahut, ambos sobre el Jirón de la Unión, fueron alterados para que guarden correspondencia estilística con el Hotel Bolívar y con toda la plaza.