Nevado Salkantay, que parece estar más cerca del cielo que de la tierra, no acepta desafíos ni guapeos. Cualquiera nolo escala, ni tiene la oportunidad de tocar sus faldas. Por al-go su nombre, Salkantay, queen quechua significa “montaña salvaje”. Indomable. Así lo define el dueño de la única tienda de Soraypampa, el campamento a tres horas del apu Salkantay y desdedonde se parte rumbo a él.

A solo 60 km de Cusco se encuentra el Nevado Salkantay, uno de los preferidos de los montañistas y escaladores de todo el mundo.

El Salkantay (6 271 msnm), la «montaña mágica » que se yergue dominando Machu Picchu, en la espectacular Cordillera de Vilcanota, constituye el punto culminante de un circuito de trekking que combina con una magnificencia pocas veces igualada la majestuosidad de un escenario natural de gran belleza con el atractivo de los restos prehispánicos más famosos del mundo: Machu Picchu y el Camino Inca.

La ruta se inicia recorriendo el viejo camino incaico labrado en la roca que conduce a la ciudadela de Machu Picchu y atraviesa un paso cordillerano entre los nevados Salkantay y Humantay (5 917 msnm), para continuar por la quebrada del río Aobamba hasta llegar al sitio arqueológico. Desde su recorrido es posible obtener vistas únicas de la mayoría de las montañas más bellas del Cusco: el Wayanay (5 464 msnm), el Palcay (5229 msnm) y el Wakay Willka o Verónica (5 750 msnm), situado al otro lado del valle del río Urubamba. Existen compañías de trekking y aventura que ofrecen este circuito desde sus sedes en la ciudad del Cusco. Se recomienda utilizar guías locales.


¿Cómo fue el viaje al Nevado Salkantay?


La aventura comenzó a la altura de tres mil 400 metros, en Cusco, la muy bien conservada capital inca. Los cusqueños originales consideraban que su ciudad era el “ombligo” de la Tierra y su carácter histórico es evidente en los macizos muros que construyeron y que sirven de cimiento para los edificios que construyeron los españoles sobre ellos, al igual que en las calles empedradas, que se han conservado iguales por siglos.

Para aclimatarme a la altura, pasé unos días explorando Cusco y el cercano Valle Sagrado. En los mercados de artesanías de Pisac y Chinchero, los vibrantes y cambiantes colores del entorno eran una delicia para los sentidos; el cielo pasaba del azul marino a un sombrío gris, para volver al azul, en pocos minutos.


Trekking Salkantay a Machu Picchu

El Salkantay trek es una ruta de senderismo que lleva al visitante hasta la Ciudad Inca de Machu Picchu. La distancia total de caminata es de aproximadamente 70 kilómetros (5 días de ruta).


Los aldeanos del lugar vestían ropas tradicionales de rojo brillante, pero no para ser fotografiados por los turistas, sino por propio gusto y, si bien no poseen riquezas materiales, era visible su riqueza cultural y espiritual.

La caminata a Machu Picchu empezó oficialmente a los pocos días, cuando me sumé a un grupo guiado que llegaría al Valle Soraypampa. Nuestro destino era el lujoso refugio Salkantay Lodge & Adventure Resort, que sería nuestra base las dos noches siguientes. Entre los picos nevados de Humantay y Salkantay, a tres mil 800 metros de altura, ofrece paseos de medio día para que los visitantes se habitúen a las caminatas en la montaña.

Umbert estaba alojado en el refugio y lo acompañé por la tarde a una cabalgata por la pampa escarpada. Vestía un poncho tejido a mano y el » tradicional chullo, el típico sombrero tejido de las zonas altas de la cordillera peruana; me explicó su sueño de crear un turismo socialmente responsable en esta hermosa y alejada región del país. En sus refugios, emplea guías, porteros, cocineros y mucamas de las comunidades cercanas y Yanapana Perú –una organización no gubernamental autónoma– brinda apoyo con proyectos educativos, de conciencia ambiental y capacitación en turismo para la población local.

El aire fresco de la montaña me abrió el apetito, por lo que regresé al refugio, donde saboreé una sopa de calabaza, truchas frescas y quinua orgánica. Un pisco sour después de la cena hizo difícil elegir entre sentarme frente a la acogedora chimenea o sumergirme en una bañera de hidromasaje al aire libre, bajo el cielo estrellado.

Me costó dejar Salkantay Lodge, pero la mucama me aseguró que los otros refugios del camino a Machu Picchu serían igualmente especiales. Por supuesto, quedaba el pequeño detalle de atravesar el paso Salkantay, el punto más alto del camino, a cuatro mil 650 metros, nada fácil para quien pasa la mayor parte del año al nivel del mar.

Por eso agradecí a los dos sacerdotes andinos que presentaron un “despacho” ceremonial u ofrenda al espíritu de los apus, que residen en los picos montañosos que nos rodeaban. Los sacerdotes prepararon la ceremonia en forma de oraciones y ofrendas de alimentos, comunicándose directamente con los espíritus de la montaña para asegurar nuestro pasaje sanos y salvos.

A la mañana siguiente, desperté llena de energía y emprendí la caminata con ritmo sostenido. Cuatro horas después llegué a la cima. Desde esas alturas, me imaginé cómo sería ser un cóndor, oteando los picos nevados de la Cordillera Vilcabamba. La vista era maravillosa, pero hacía frío. Por suerte, faltaban apenas minutos para el almuerzo. Los arrieros bajaron apresurados a saludarnos, ofreciéndonos té de coca caliente, una gustosa sopa de maíz y causa, una terrina sencilla pero deliciosa, hecha de puré de papas, atún y palta (aguacate).

Al dejar atrás el paso en la montaña, el resto del camino parecía fácil. Del frío seco de las alturas andinas, bajamos dos mil 100 metros, rodeados por el paisaje cada vez más frondoso del bosque nuboso, con coloridas orquídeas, entre el zumbido de los picaflores y el escándalo de los loros.

Atravesamos plantíos de café y banano, y conversamos con niños curiosos a lo largo del camino. Pasamos una noche en cada uno de los tres refugios ubicados en puntos estratégicos de la ruta. Son como joyas escondidas, más pequeños que el primero, pero con comidas gourmet, baños privados y sábanas de 400 hilos. De noche, el personal dejó chocolates y botellas de agua caliente en nuestros cuartos y limpiaron y secaron nuestras botas mientras dormíamos. Una aventura verdaderamente refinada.

El último día de caminata, la belleza y diversidad del Camino Salkantay me habían encantado. De pronto, una aparición: el mágico y místico Machu Picchu hacía equilibrio como una corona en los picos serrados y exuberantes de una colina. Todavía me faltaba andar dos días para visitar el lugar y dejarme maravillar por su majestuosidad. Seguramente sería como todo lo que imaginé, aunque, entretanto, me detuve a saborear esta vista lejana, pero tan especial, desde el sudoeste, que pocos turistas ven, excepto los que se aventuran por el paso menos transitado.


Visitar el lago Humantay, en Perú, es descubrir un lago de agua turquesa en la cordillera de Vilcabamba

Humantay es el nevado que le dio el nombre a esta impresionante laguna, considerada una de las más bellas y sagradas del Cusco.



¿Recomendaciones para el viaje?


  • los viajeros pueden reservar por US$2.500 un viaje de siete días directamente con una agencia de viajes u operadora turistica. El paquete incluye transporte desde Cusco, comidas y alojamiento en cuatro refugios de montaña de estilo europeo y la entrada por un día a Machu Picchu.
  • Muchos de los paseos en Cusco y alrededores requieren un boleto turístico, que es válido por diez días. Los boletos a menudo están incluidos en los paquetes turísticos o pueden comprarse al agente de viajes. Los boletos para entrar a Machu Picchu ya no se pueden comprar en la propia entrada, sino que deben ser comprados a un agente de viajes u operador turístico de
    Cusco, o en la Boletería de Machu Picchu, en Aguas Calientes.


¿Qué necesitás llevar?


Mochila, bolsa de dormir (opcionalmente te la podemos rentar), ropa para clima cálido y frío como chaqueta impermeable, chaqueta para el frío, pantalón y zapatos de trekking, polos, poncho de lluvia, gorro, pañoleta, bloqueador solar, repelente de insectos y alcohol desinfectante en gel. Botella con agua y jabón antibacterial. Cámara fotográfica (envuelta en una bolsa plástica), foco y baterías. Snacks energéticos como barras de chocolates, geles y frutas secas. Pasaporte original y dinero extra en soles.


¿Que condiciones debe tener en cuenta?


El participante debe cargar su propia mochila durante el camino inca (incluyendo la bolsa de dormir y colchoneta). Hay servicio disponible de porteador extra (opcional, no incluido en el precio). Una vez reservado el Camino Inca, no se hará ningún reembolso si el participante decide cancelar el viaje o desiste de continuar en el Camino del Inca El participante deberá declarar si tiene alguna enfermedad o tratamiento personal y deberá de llevar los respectivos tratamientos y medicamentos.

Tour y excursiones recomedados


GUIA DE VIAJE DEL DEPARTAMENTO DEL CUSCO